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LA REINA

Camila soñaba con ser Reina del Carnaval. Cada año, mientras crecía en la casa de los abuelos en Casavalle, practicaba nuevos pasos de baile, nuevas posturas, el saludo y la sonrisa que regalaría abriendo el desfile esa noche en la que por fin iba a brillar. Ilustración: RossanaPiccini Año a año se interesaba en la trivia carnavalera y practicaba mentalmente respuestas a preguntas imaginarias. Estaba casi preparada. Pero el año anterior enfermó la abuela y no pudo concursar. El año pasado no pudo participar de la selección en el centro comunal porque tuvo que empezar a trabajar y los horarios se lo impidieron. Además, había surgido esa confusión y decían que tendría que concursar contra hombres y personas mayores con más conocimientos que ella; eso no era justo. Pero el 2018 sería EL año, su oportunidad. Mientras escurría el trapo de piso, a veces levantaba la vista y espiaba secretamente los movimientos de las clientas del shopping frente al espejo del baño. A
Entradas recientes

"El Rapto de Europa"

Una mirada nostálgica y personal a un texto antiguo. Ilustración: Rossana Piccini 2017 Leer: https://www.academia.edu/8319792/El_Rapto_de_Europa_ensayo_2007_

PIES PLANOS por Verónica D'Auria

PIES PLANOS Ilustración ©Rossana Piccini 2017 La vieron cargando el cochecito azul del último, el sexto niño camino a la biblioteca. Buscaba algo de esparcimiento en uno de esos libros viejos, de hojas amarronadas de las grandes colecciones de los clásicos. Tenía ojeras rosadas debajo de sus ojos grises y bajo el crecimiento de la tinta oscura se veía su cabello de un blanco amarillento. Los funcionarios de la biblioteca la felicitaban por el niño y ella tensaba los cortos músculos para poder esbozar una sonrisa. ¿Qué llevás? Le preguntó una colega rubia del colegio que tenía un hijo preadolescente. Unas novelas de Jane Austen_le respondió. La otra maestra le acarició el pelo suave del bebé y le preguntó por el resto de su familia. Mientras hablaba y gesticulaba parecía moverse al ritmo de jazz sobre la biblioteca. Tocaba el aire y se deslizaba en él con levedad. Parecía no tomarse nada demasiado en serio. Miró lo que la otra llevaba. Una serie de policia

LUNA MENGUANTE por Verónica D'Auria

“Cuanto más huía, más bella se volvía”        Ilustración: Rossana Piccini (2015)                               Ovidio De pronto, en medio de la multitud, comenzó a sentir asco por la gente. Estaba rodeado de lo que podría llamarse su propio medio. Una fiesta en un lugar atrayente y lujoso como una mansión californiana, con tejas oscuras que brillaban y un lago artificial junto a las mesas. Afuera comenzaron los fuegos de colores en el aire. Siempre los había admirado. Le habían dado una alegría primitiva, una suerte de felicidad infantil, una sensación que todo estaba bien en el universo. Pero hoy los juegos de luces se parecían demasiado unos a otros; se asemejaban  a trucos publicitarios baratos; se sentía de cerca el olor a pólvora. El estruendo lo hizo remontarse a los ruidos terribles que debían sufrir en sus oídos los viejos y los animales en guerras que parecían siempre tan lejanas.  Y aquí estaba él. Con una sonrisa forzada y elástica, vendiéndoles no

BEBAL por Verónica D'Auria

 Erase que se era una ciudad llamada Bebal, que quedaba a orillas de un mar muy  azul que se volvía muy verde y muy gris en los días de tormenta.    Bebal no era una ciudad como otras ciudades con su calle principal y sus edificios principales, con sus rascacielos y sus parques.En realidad sí lo era, pero sólo en apariencia. Porque Bebal era una corbatocracia.   No estoy hablando de corbatas que hablaran y que gobernaran la ciudad.     Lo que sí ocurría en Bebal es que la corbata era para ellos no solamente el artículo más importante de la vestimenta sino también una pieza imprescindible para el funcionamiento normal de esa ciudad.      Es que en Bebal no solamente usaban corbata los bancarios y los oficinistas .Las mujeres también llevaban corbata (con moñitas y con flores pintadas), los niños y las niñas; los perros y los gatos en las plazas, los sapos, las girafas y los monos del zoológico. Hasta las mariposas si uno las miraba bien, volaban de unas flores a otras llevando,

EL NÁUFRAGO por VERÓNICA D'AURIA

EL NÁUFRAGO Tenemos como política no hacer demasiadas preguntas y aceptar en seguida todas las internaciones.  Esa madrugada la zona de las refinerías estaba tenuemente iluminada por las luces verdosas que envolvían a las chimeneas y el humo de las fábricas disolvía en pequeños círculos el fulgor de las últimas estrellas.   La ambulancia trajo al paciente final de la noche, al que todos mirábamos llegar desde la ventana de la sala de guardia. Debajo, el patio de entrada estaba cubierto por una enredadera junto a la cual el jardinero se empeñaba en cultivar canteros de peonias y rosales que nadie miraría, sumidos como estaban todos en los grandes tormentos de su mundo interior.  Ileana estaba junto a la puerta fumando el tercer cigarrillo de la noche y escuchando una melodía altísima en el MP3, esperando que llegara alguna orden. Vio como lo sacaban de la camilla aunque solo pudo notar que se trataba de un hombre más bien joven con los brazos demasiado pálidos.   H

Acerca de alondras y ruiseñores (Helena Modzelewski)

Hoy es uno de esos días en los que vale la pena leer estas cosas: http://helenamodzelewski.blogspot.com/2011/06/mujeres-de-todos-los-colores-y-lo.html Esto sucede un martes 13 del año 2010. Lejos de ser un día ominoso, como la fecha anticipa, éste es el día que recordaré con más cariño en el taller. Mis mujeres han decidido ellas mismas esperarme en el salón de actividades para niños, que durante la semana está desocupado porque los niños están en la escuela. Lo han decidido así para estar “más tranquilas”. Allí me conduce una de las educadoras, y al entrar me encuentro con Silvana y Ximena sentadas a una mesa muy baja, sobre sillitas confeccionadas a la medida de los chiquitos que allí trabajan, como en los jardines de infantes. Silvana tiene a su bebé en brazos; está dándole pecho, y alrededor de la mesa camina, gatea y salta el chiquito de Ximena, que se entretiene con los diversos juguetes de la salita. He traído un tomo de  Las mil y una noches  con grabados antigu